Introducción
Hola, Dios te bendiga, es de gran alegría para mí que estés en este leyendo este artículo, hoy en este corto artículo quiero compartir contigo un tema al cual muchos cristianos no le prestan atención o lo consideran no muy importante, y como el nombre del artículo lo dice, voy a hablar acerca del templo y morada del Espíritu Santo, y de qué manera se debe mantener para que Dios se agrade.
El templo del Espíritu Santo
La palabra de Dios, es muy clara al hacernos saber que
nosotros somos el templo y la morada del Espíritu Santo, que nosotros somos el lugar desde donde él actúa y pone en obra la
voluntad de Dios para con nosotros, lo que quiere decir que si el Espíritu
Santo no está en nosotros no podremos ver ni conocer la voluntad de Dios en
nuestras vidas.
Entonces, sabiendo esto, debemos anhelar tener al Espíritu Santo en
nosotros, ¡pero! Sí, hay un "pero" y es, que si anhelamos tener al Espíritu
Santo como inquilino permanente en nosotros, debemos ofrecerle una casa
digna en la cual él pueda vivir y sentirse a gusto,
¿y como podemos darle esa casa en la cual se sienta a gusto? Es muy
fácil si realmente queremos que Él viva en nosotros, y empiece a cambiarnos
por dentro y por fuera, y lo que debemos hacer es despojarnos de todo lo que
a nosotros nos gusta, pero a Dios no, y
¿Qué cosas pueden ser las cuales a Dios no le gustan? Aquellas cosas
pueden ser:
- Nuestra forma de vestir
- Nuestra forma de hablar y expresarnos
- Amistades
- Actitudes
- Las cosas que vemos cuando salimos a la calle
- Las cosas que vemos en nuestro celular, computador o tableta
- Lo que hacemos a diario
Entre muchas otras.
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Creas o no, muchas de las cosas que hacemos y miramos son un impedimento
para que el Espíritu Santo venga y more en nosotros. Si anhelamos la
presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, debemos orar a Dios y
pedirle que nos muestre, qué cosas hay en nosotros, que impiden que su Santo
Espíritu llene nuestras vidas y las transforme. Y así poder empezar a llevar
esa vida que Dios quiere para que vayamos limpiando toda impureza e
inmoralidad que haya en nosotros. De esta manera el Espíritu Santo tendrá un
lugar limpio en nosotros en el cual él pueda morar, pero recuerda, como su
nombre lo dice, Él es Santo, Santo, Santo, y no le gusta ni le agrada lo
inmundo.
Ahora, hablaré un poco acerca de la vestidura de la mujer y del hombre, lo
cual es un tema controversial entre muchos cristianos, pero hoy quiero
compartir contigo mi opinión personal conforme he leído de las sagradas
escrituras, y basándome que en Cristo somos nuevas criaturas donde las cosas
viejas pasaron y todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17, conforme a esto
daré mi punto de vista.
Para comenzar lee la cita de 1 Corintios 3:16-17.
Como se mencionó anteriormente, el único lugar donde puede morar la
presencia del Espíritu Santo es en ti, dentro de ti, en tu cuerpo, el cual
se debe mantener en santidad, limpio, apartado de toda inmundicia.
Toda persona que le entrega su vida a Dios, cambia tanto por dentro como por
fuera; por eso Jesús le dijo a los Fariseos en
Mateo 22:26 ¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y
del plato, para que también lo de fuera sea limpio. Es muy claro que cuando
alguien le permite a Jesús entrar en él, Dios limpia primero su corazón y lo
transforma, pero vemos que no solo se queda en el corazón, porque una vez
transforma el interior, también busca cambiar tu exterior, pero depende de
ti que tu exterior sea cambiado a la voluntad de Dios. Y ¿Cómo Dios puede
cambiar tu exterior que incluye tu forma de vestir?
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Mujer
Cuida tu vestir, evita vestir ropa corta que muestre tu cuerpo, evita vestir
ropa ajustada que muestre la figura de tu cuerpo, para que no vayas a ser
causa de tropiezo para un hombre,
viste con pudor y modestia con ropa decorosa que cubra tu cuerpo,
como manda Dios en 1 Timoteo 2:9, evita usar maquillaje, evita usar
zarcillos-aretes, no cambies nada en ti, porque así como Dios te creo así te
quiere seguir viendo, sin adornos ni nada que cambie tu imagen original,
dándote una apariencia que no es tuya, porque cuando usas maquillaje,
consciente o inconscientemente le estás diciendo a Dios que no te sientes a
gusto como Él te creo, al momento de usar cualquier cosa que cambie algo de
ti, estás corrompiendo un diseño que desde antes de la fundación del mundo
Dios ya lo había creado y diseñado.
Hombre
Cuida tu vestir, no vista como lo hacen los hombres impíos que visten ropa
ajustada a su cuerpo, a los cuales la Biblia los cataloga como afeminados,
en lo posible trata de vestir ropa de traje, o ropa suelta que no muestre tu
físico.
Algo muy importante, hombre, mujer, no usen sus cuerpos, ni su belleza
física como herramienta para atraer al sexo opuesto, y ser tropiezo para
ellos. Busca en lo posible agradar a Dios hasta en tu forma de vestir, cuida
tu cuerpo, porque es santo para Dios; y el único lugar donde su
Espíritu puede venir a morar, y el Espíritu Santo de Dios no mora en
templos inmundos.
Dios nos cambia
Si estamos en Cristo y Él nos ha transformado, ya no podemos ser las mismas
personas que éramos antes, ya no podemos:
Hablar ni comportarnos como antes
Vestir como antiguamente
Andar o juntarnos con quienes nos juntábamos antiguamente
Ver lo que veíamos antiguamente, etc.
La biblia es clara al decirme que todas las cosas son hechas nuevas.
(IMPORTANTE)
Querido hermano(a), si algunas de las cosas que se mencionaron anteriormente
no han cambiado en nada en ti desde que conociste y recibiste a Jesús en tu
corazón, es una clara señal que no te estás dejando transformar por Dios, o
que el Espíritu Santo, ya hace mucho tiempo dejó de morar en ti.
Espero este artículo te haya sido de ayuda, deja tu opinión respecto a este
tema, y no olvides compartirlo con tus amigos; para que ellos también sean
templo del Espíritu Santo.
DIOS TE BENDIGA
Guarda y cuida tu cuerpo, para que sea el templo del Espíritu Santo