Sé paciente
Sabemos que le depara a los que seguimos a Jesús, porque Él nos dijo que nos pasaría; que seríamos rechazados, vituperados, burlados, etc. Y no solo esto, sino que también debemos ser pacientes cuando le pedimos algo a nuestro Padre; debemos esperar que lo haga a su tiempo. Para poder soportar todo esto a que nuestro salvador venga por nosotros, cada día debemos ser pacientes y esperar en Jesús. No importa lo que nos esté sucediendo, debemos esperar en ÉL.
Para comenzar, leer Santiago 1:2-4.
Sabemos que para lograr grandes cosas en Cristo debemos ser pacientes, porque las cosas no las obtendremos cuando queremos; sino cuando Dios vea que es necesario. Por esta razón quiero compartir contigo un poco acerca de la paciencia y porque es tan importante para nosotros.
¿Por qué es necesario tener paciencia?
Tenemos una carrera la cual cada día debemos correrla y para ser exitosos en ella cada día debemos correrla CON PACIENCIA; con los ojos en Jesús, como nuestro modelo a seguir, quien pacientemente sufrió cruz porque sabía el gozo que vendría después de ella. Nuestro Señor nos enseñó que no debemos hacerle mal a nadie y que al contrario debemos hacerles bien. Podemos darnos cuenta de que a pesar de que a Jesús lo rechazaban y lo vituperaban, él sanaba a los enfermos, resucitaba a los muertos.
Simplemente, hacía la voluntad de su Padre, porque sabía que a pesar de que en ese momento estaba pasando por aquellas cosas, la gloría que recibiría no se compararía con el sufrimiento que estaba y que iba a padecer. Por esa paciencia que tuvo fue obediente. Y por ello le fue dado un nombre que es sobre todo nombre, se le fue dada potestad en el cielo y en la tierra. Y fue puesto como el único medio de restauración y reconciliación.
Ahora te pregunto: ¿Soportas y persistes la prueba y el dolor cuando sabes que lo que vendrá es mayor que lo que estás pasando?
Pues esto fue lo que hizo Jesús. Soporto toda humillación, prueba y dolor, porque puso su mirada en lo que vendría, en lo que haría por nosotros. Este es el más grande ejemplo de paciencia que tenemos y el que debemos seguir. Así debemos correr nuestra carrera, con paciencia, sabiendo que lo que viene no se compara en nada con lo que podemos padecer aquí en la tierra. 1 Corintios 9:24-25.
La recompensa que recibiremos por correr una carrera con paciencia, es una CORONA INCORRUPTIBLE, en CUERPO INCORRUPTIBLE, por unas MANOS INCORRUPTIBLE. Las de nuestro Señor JESÚS. Hebreos 10:35-38.
Si confiamos y esperamos en Jesús, tendremos una gran recompensa. Jesús mismo vendrá y nos coronará por haber permanecido firmes y no desmayar. En ocasiones dejamos de luchar y resistir como si fuéramos a vivir para siempre aquí en la tierra; cuando nuestra verdadera ciudadanía es en los cielos Filipenses 3:20.
Dios no ha llamado para que le conozcamos a Él y a nuestro Señor Jesucristo, y tengamos todo lo demás por basura, Filipenses 3:8. Jesús es el AUTOR y también el CONSUMADOR de nuestra salvación hebreos 12:2.
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Tipos de paciencia
Existen dos tipos de paciencias. LA PACIENCIA PASIVA Y LA LUCHADORA
Paciencia pasiva
Esta es la paciencia que solo espera el que sucederá, la que consume tiempo, la que espera a que todo llegue sin hacer nada. Y en la iglesia vemos montones de cristianos que tienen esta paciencia, quieren lograr grandes cosas con el Señor, pero no se mueven para conseguirlo, sino que esperan recibirlas sin mover un dedo.
Paciencia luchadora
Toda persona que posee esta paciencia es aquel cuyo objetivo es la victoria, es aquel que soporta toda prueba poniendo sus ojos en el objetivo, en lo que vendrá después de esta carrera. Y cristianos así son los que Cristo necesita, que luchen y soporten la prueba, el sufrimiento, el dolor, el rechazo; que pongamos ojos solo en ÉL, que es todo lo que necesitamos en nuestra vida. Porque el que tiene a Jesús lo tiene todo.
Otros ejemplos de paciencia
El labrador y la semilla
Leer Santiago 5:7-8. ¿Acaso cuando labra la tierra espera recibir frutos al instante? Por supuesto que NO; después de labrar la tierra viene el proceso de regar las semillas, de cuidarla de las plagas y toda peste que la pueda dañar su cultivo. Después de todo esto es que vendrá la cosecha el fruto de su esfuerzo. Ahora imagínese un granjero que solo siembre la semilla, pero que no esté a su cuidado. ¿Acaso obtendrá la cosecha que espera recibir?. Sabemos que tendrá, porque no pago ningún precio por lo que quería. Igual nosotros debemos pagar un precio para obtener la recompensa que Cristo tiene. Debemos negarnos a nosotros mismos.
Job
Leer Santiago 5:11. Este gran ejemplo de paciencia lo podemos encontrar completo en su respectivo libro. Esta historia nos narra como Job fue zarandeado por Satanás, matándole a sus hijos, quitándole toda su riqueza y trayendo sobre él enfermedad; y para más colmo su esposa le dice que maldiga a Dios y que se muera. ¿Serías tu capaz de soportar algo así?. La Biblia nos sigue narrando que a pesar de todo esto, Job no peco contra Dios, sino que fue paciente. Y por su paciencia, Dios lo bendijo y le multiplicó todo lo que tenía.
Este ejemplo nos hace ver que nuestra felicidad y dependencia no debe estar en las cosas materiales ni en la familia, sino solo en Dios. Porque si nuestra fidelidad desvanece cuando no tenemos, nuestra permanencia en Dios vendría a ser condicional. Algo como, ¡permanezco en ti si me bendices!. Nuestra permanencia en Dios no debe ser incondicional. Así no tenga te alabo, así este mal te glorificaré, así no te vea te seguiré. Así debemos ser; por Dios es digno de recibir toda gloria, honra y alabanza, sin importar como estemos.
El ejemplo de los profetas
Leer Santiago 5:10. Cuando leemos de aquellos grandes profetas de Dios que lograron grandes cosas, podemos creer que fueron superhombres o que eran más especiales para Dios. Pero vemos una gran diferencia entre los profetas y nosotros, ¿Cuál de ellos fue nacido en Cristo? ¿Cuál de ellos tenía la promesa que encontramos en Juan 14:12? ¿En ellos no moraba permanentemente el Espíritu de Dios, como permanece en nosotros 1 Corintios 3:16?
Regresando al tema, en los profetas podemos ver un claro ejemplo de paciencia y sufrimiento. Pensemos en Elías, Isaías, Jeremías y los demás profetas; podían haber elegido, quedad tranquilos y no hacer nada, pero ellos decidieron padecer sufrimiento y soportar. En lugar de gobernarse ellos mismo y vivir su vida a su manera, escogieron ser vasos útiles en las manos de Dios. Pero esto no solo lo vemos en el Antiguo Testamento, sino que también lo vemos en el Nuevo; Pablo, Esteban y el resto de los Apóstoles decidieron dejar de vivir sus vidas y seguir al Maestro, sin importar lo que iban a sufrir. El amor a Cristo y la paciencia los llevó a soportarlo todo.
¿Cómo se produce la paciencia?
Ahora que sabemos por qué es tan importante la paciencia en esta carrera, veamos como adquirimos esa paciencia tan necesaria. Leer Romanos 5:3-5, Santiago 1:2-4. Es irónico que sean las Pruebas y las tribulaciones las que produzcan la paciencia que queremos. Pero así es, si estás pasando por pruebas o tribulaciones no te desesperes, solo pídele a Dios que te ayude a soportar, porque cada vez que soportamos y pasamos una prueba adquirimos paciencia; mientras más pruebas pasamos mayor paciencia tenemos.
Por eso debemos gozarnos cuando estemos pasando por ellas, porque la prueba está causando en ti paciencia aun sin darte cuenta. Y la prueba en una clara señal que Dios está tratando contigo porque quiere ejercitar tu paciencia.
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DIOS TE BENDIGA