Muertos al Pecado (Romanos 6:1-14)
La muerte de Jesús en la cruz, me ha dado libertad, privilegios, y
autoridad, y una de las que quiero resaltar en este Artículo es,
la libertad y autoridad que Dios nos ha dado sobre el pecado. En Cristo me puedo sentir
muerto al pecado.
El Pecado
El pecado es aquello que nos separa de Dios,
es lo que nos impedía acercarnos a Él, pero a eso vino Jesús, a quitar esa
separación que había entre nosotros y Dios. Es por eso que en su palabra
nos dice: que si estamos en Él, no hay razón para seguir llevando una vida
de pecado.
Romanos 6:1-3. Al contrario,
debemos vivir una vida nueva,
fuera del dominio del pecado.
Romanos 6:4.
Te puede interesar: Las escrituras y el pecado
Dios nos ha justificado, nos ha librado del
dominio del pecado, por lo
cual ya no tenemos que obedecerlo cuando se presente a nuestra vida.
Romanos 6:5-7.
Aunque Cristo ya nos haya librado de la
esclavitud del pecado, él
seguirá rondando tu vida, seguirá apareciéndose de muchas maneras,
buscando la forma de volverte a hacer su esclavo si tú lo obedeces. La
Biblia nos dice en
Romanos 6:16; Que
a quien obedecemos de él somos esclavos.
Entonces, si el pecado nos visita y nos dejamos seducir por él, de tal
manera que caemos, estaríamos siendo
esclavos del pecado. Y solo
se le paga interés a aquel a quien se le debe, y la biblia en
Romanos 8:12 me dice que yo
soy deudor de Cristo y no de la carne, por tanto, no tengo por qué
obedecer y hacer lo que la carne quiera.
Mientras estemos en la carne, el pecado
jamás dejará de presentarse a
nuestra vida, aunque Jesús haya pagado nuestra deuda, el pecado sigue
creyendo que aún le debemos, porque tenemos algo que le pertenece y es la
carne, y
donde hay carne, hay pecado. Hay un error en el cual caen muchos cristianos. Y es el
pensar que han pecado por tener tantas tentaciones. Y no es pecado ser tentado,
pecado es ceder a lo que esa tentación quiere que hagamos.
Pero nosotros, a pesar de que seamos tentados por el pecado, debemos
seguir firmes en la
libertad y autoridad que Jesús nos dio, de poder decirle NO al
pecado. Y podremos decirle
NO al pecado siempre y cuando
creamos en la libertad que Jesús me dio, y
viva una vida en el Espíritu y no en la carne.
Como me debo sentir frente al pecado
Dios dice en su palabra, específicamente en
Romanos 6:11, que NOSOTROS nos debemos
considerar
muertos al pecado, pero
vivos para Dios, si hemos
creído en Jesús, y hemos sido bautizados en Él, así es como nos debemos
sentir.
Muertos al Pecado.
Entonces, que quiero decir con esto; que si nos consideramos
muertos al pecado. Debo tener
las mismas características de un muerto:
Características de una persona muerta
Ahora, veremos algunas características de una persona muerta físicamente,
y son las mismas que un cristiano nacido de Dios debe tener.
Porque estamos en el mundo, pero no somos del mundo.
Los muertos no sienten, ni desean
Cuando una persona muere, ya
no siente, ni desea nada de
lo que está en el mundo, porque ya no está presente.
No siente dolor si lo golpean, ni le duelen los insultos,
etc. Un cristiano debe tener esta característica. Las cosas del mundo ya
no nos deben atraer, el
rechazo y los insultos
no nos debe desanimar,
nuestros deseos deben ser
alcanzar las cosas de arriba. Debemos
sentir amor por las cosas de Dios,
nuestro deseo debe ser
tener una relación con Dios y
alcanzar la santidad que Él nos demanda. En esto se deben resumir
nuestros sentimientos y deseos. Recuerden,
estamos en el mundo, pero no somos del mundo.
Los muertos no tienen emociones
Los muertos pierden toda sensibilidad emocional frente a las situaciones.
Para un cristiano debe ser lo mismo, cuando pasemos por pruebas y
tribulaciones,
las emociones no nos deben dominar, al contrario, debemos enfocarnos en Dios, y creer, como dice su
palabra, que
Él tiene control sobre todas las cosas.
Los muertos no se mueven por sí mismo
Todos sabemos que cuando una persona muere, ya no se mueve por sí solo,
alguien lo debe hacer. Y esta es una de las características que los
cristianos más debemos desarrollar, el
aprender a movernos únicamente cuando Dios nos diga. Pero la mayoría de nosotros, los cristianos, en ocasiones nos movemos por
nuestras emociones,
a veces hacemos las cosas como nosotros consideramos que son
correctas,
dejando a un lado lo que dice la palabra de Dios.
Los cristianos debemos ser 100% dependientes de Dios,
y ser como muertos en las manos de Dios, si Él no nos dice que nos
movamos, no nos debemos mover.
Debemos ser como el pueblo de Israel, que solamente se movían cuando la
nube o la columna de fuego se movía.
Leer Números 9:15-23.
Los muertos no tienen vida
Es más que obvio, que los muertos no tienen vida, pero esta característica tiene que ser
fundamental en la vida de
todo cristiano. Pero sucede que es la que pocos tienen, y digo pocos,
porque hoy en día, muchas personas que se consideran cristianos, aún
siguen siendo dueños de sus vidas, sus pensamientos y deseos. Sin embargo,
aquel que ha nacido de Cristo sabe y entiende, que
su vida ya no le pertenece,
porque así como Jesús murió en la cruz, él también murió con Cristo, y así
como Jesús resucitó, él también resucitó, pero no para vivir para él, sino
para Dios.
Si estoy muerto al Pecado
1.
El pecado no reinará en mí, por tanto, ya no lo obedeceré cuando quiera.
Romanos 6:12.
2.
Ya no uso mis miembros como instrumentos para pecar, sino para glorificar
y exaltar a Dios.
Romanos 6:13.
3.
El pecado ya no tiene dominio sobre mí, por la libertad que Jesús me ha
regalado. Romanos 6:14.
DIOS TE BENDIGA